Cualquier función de un festival de cine otorga la posibilidad de escuchar díalogos que van desde la declamación cinéfila (¡foco! ¡encuadre! ¡foco!) hasta la más absoluta explicitación del mediopelismo local.
I
(señora mayor habla con su compañera de fila en medio de los títulos)
Espectador indignado: -Shhhhhhhh
Señora: -La película no empezó.
Espectador indignado: -Pero usted ya se va a terminar.
II
(fila del Ambassador, previa a Antichrist. encuentro casual)
Ella: -¡Hoooola! ¿Qué vas a ver?
El: -Anticristo.
Ella: -Ah! ¿De terror?
El: -Mmmno, de drama.
Ella: -Ah! Yo recién salgo.
El: -¿Qué viste?
Ella: -Vi Shak en tresdé.
III
(leve desenfoque en la apertura de un film)
Gritos masivos: ¡Foco! ¡Che foco! ¡Foco che!
NN: -¡Ayyyyyyy los estudiantes de cine!
IV
(diálogo de final imprevisible entre dos críticos. sala de prensa Hotel Provincial, junto a una mesa con vasos y jarras de café)
Señor 1 -Hola, ¿queda café?
Señor 2 -No (y guiña un ojo), sólo queda leche.